domingo, 21 de octubre de 2018

Señorita XXX




Te llaman de todas las maneras pero nunca por tú nombre, 
A la vista de todos eres menos que nada, menos que nadie
Parece que no sientes, que eres de piedra, que no mereces nada
Porque aunque cobras no vales más que eso,
Eres desechable e incluso despreciable
Después de todo ¿A quién le puede importar alguien como tú?
Alguien que se la vive hasta el culo de drogada para poder soportar la noche
y vender su cuerpo
Alguien que se viste como una cualquiera o peor aún, alguien que es una cualquiera
una cínica, 
Alguien que se atrevió a cometer la vileza de desnudarse y permitirse profanarse por unos pesos
Eres la que se contonea en las esquinas con la ropa tan ajustada que parece su piel
Con el culo bien parado  y las tetas a la vista, porque la que no enseña no vende y la que no vende no come.

Todos te saben cómo lo que haces y no como lo que eres.
Te conocen como la ramera, la puta, la embaucadora, la que destruye hogares, la que vende la caricia y el coño... 
pero nunca como la mujer, la hija, la madre, la que siente, la que tiene necesidad, la que tiene hambre, la que come, caga y mea, la que coge por placer después del trabajo, la que sufre, a la que violaron, la que corre peligro, la que sueña, la que resiste, la que ha sido invisibilizada, humillada, discriminada, la que se enamora, a la que le rompieron el corazón y la madre, la que forma parte de las que desaparecen todos los días, a las que vulnera el sistema.
Pero a nadie le importa lo que suceda con alguien como tú, 
Después de todo tú te lo buscaste, porque para eso son las putas, para cogérselas y botarlas cuando ya no satisfacen.
Y por las ausencias, por las ausencias no te preocupes, nadie lo va a notar, porque una puta como tú a nadie le importa.
-N. Saito.

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